Continúa la lucha por los edificios históricos

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La Casita de Honores y la Casa de Antiguos Alumnos siguen en peligro de demolición

(Traducción de Lennon Janes y Rachel Kuehner, estudiantes del curso SPAN 4045 Translation, dirigido por el Prof. Juan Carlos Castillo)

El dieciocho de enero, Rosemary Beach, de ochenta y siete años de edad y residente por muchos años de Cedar Falls, tomó posición frente a los miembros del consejo municipal de Cedar Falls, para oponerse a la demolición de la Casita de Honores en el campus de UNI. El año pasado, UNI propuso la demolición de la Casita de Honores y la Casa de Antiguos Alumnos, buscando ahorrar 1,6 millones de dólares en costos aplazados de mantenimiento, lo que ha producido indignación en la comunidad del campus y también en la ciudadanía de Cedar Falls. 

“¿Quién demonios sabe qué es la Casita de Honores?” dijo Beach en la vista pública, reconociendo que es posible que la mayoría de las personas en la comunidad no sepan el nombre del edificio. “Pero la mayoría de ustedes conocen qué es la Casa Seerley, y saben que ha estado ahí desde 1890. Ahora, la universidad quiere demoler la casa. Es una casa preciosa, en un lugar excelente. Es terrible pensar que este edificio en el campus de UNI vaya a ser demolido.”

El significado histórico de la Casita de Honores, o Casa Seerley, como la conocen muchos miembros de la comunidad, viene por ser el edificio más antiguo en en campus, y ha sido utilizado por UNI como la casa de su segundo presidente, Homer Seerley, como hospital para estudiantes, y fue el sitio del Centro Educacional y Cultural para Minorías Étnicas (ahora conocido el Centro de Educación Multicultural) por alrededor de 30 años. 

El Consejo de Regentes (BOR en inglés), el órgano gobernante de las tres universidades públicas de Iowa, aplazó el 4 de noviembre la propuesta de demolición por un voto de 8 a 1, pero esta propuesta estará en la agenda de la siguiente junta, el 24 de febrero. Esto tiene a muchos activistas de la preservación histórica con el alma en vilo, incluyendo a Beach, que sirvió como primera directora ejecutiva de la Sociedad Histórica de Cedar Falls entre 1980 y 1993. 

El vicepresidente de Finanzas y Operaciones, Michael Hager, habló durante la junta del BOR en noviembre, declarando que, si la Casita de Honores y la Casa de Antiguos Alumnos fueran demolidas, su lugar sería utilizado como espacio verde o para alguna posible construcción futura.  

“Dado el carácter histórico del campus, nosotros deberíamos tener cuidado con ello, dado que esta es la parcela original de la vieja casa de huérfanos, que luego se convirtió en la Escuela Normal del Estado de Iowa en aquellos tiempos,” dijo Hager. “Así que deberíamos asegurarnos de que cualquier cosa que construyamos allí respetara el estilo arquitectónico de los otros ocho edificios que tienen más de 100 años.”  

David Barker, miembro del BOR, expresó de manera personal sus dudas a la hora de votar  en favor de demoler los dos edificios, declarando: “Hay algunas áreas de UNI que tienen un sobrante de espacio, pero hay otras que necesitan espacio adicional. Siento que necesito aprender más sobre la situación del espacio en general aquí en UNI, y cuál es el plan general antes de demoler estas estructuras, especialmente las que tienen un significado histórico en particular.” 

También agregó: “Definitivamente me puedo ver votando a favor de la demolición si no encontramos, ni podemos encontrar, un uso para ellas.”

Milt Dakovich, miembro del BOR, enumeró los problemas con el mantenimiento de los edificios. “Están subutilizados, no cumplen con las regulaciones para discapacidades de la ADA, tienen asbestos y necesitan reparaciones eléctricas.”

Él continuó: “Hay edificios de alguna importancia histórica en los campus de todo este país y, aunque estas decisiones son difíciles de tomar, es necesario tomarlas. Hay un mantenimiento continuo que hay que observar para estos edificios, incluso hasta cuando ya no tienen ninguna función.” También destacó la importancia de los espacios verdes en los campus universitarios y su valor como posibles sitios de construcción futura.

El profesor de historia Tom Connors enfatiza que tanto la Casita de Honores como la Casa de Antiguos Alumnos tienen buenos usos potenciales para los estudiantes.

“El argumento de que la Casita de Honores no se está utilizando no es cierto”, dijo Connors. “Es verdad que la Casa de Antiguos Alumnos no se está utilizando realmente, pero eso es por una decisión propia, y se podría utilizar. También hay alguna ventaja en que la universidad tenga edificios dedicados a los antiguos alumnos y al programa de Honores, aunque solo sea para la universidad una manera de decir que estas cosas son importantes para nosotros.”

Tanto Connors como Beach han expresado su frustración y confusión por el uso de los problemas de financiación, a los que hace referencia la universidad para justificar la demolición de ambos edificios.

“(La Administración) está hablando de compatibilidad con las regulaciones de ADA, lo que significa que están hablando de añadir un ascensor y un hueco para él, para llegar a las tres estancias del segundo piso”, dijo Connors. “No creo que eso sea necesario, y ciertamente no es necesario en un edificio histórico, especialmente para llegar a solo dos o tres oficinas. Pero eso sí permite subir el presupuesto y hacer parecer que no es posible permitirse el lujo de salvarlos”.

Beach añadió: “Creo que lo que hace la universidad es que no se ocupan de los edificios que saben que quieren demoler en el futuro, por lo que los dejan convertirse en ruinas”.

Luego continuó: “Ellos dicen: no podemos permitirnos el lujo de mantener estos edificios. Esa es decisión de la universidad, pero creo que la gente de Cedar Falls necesita ser consciente de que esos dos edificios son parte de nuestra historia, una gran parte de nuestra historia”.

Connors reconoció la bajada de financiación que está recibiendo actualmente UNI, pero señala que, con la llegada en cuatro años del 150 aniversario de UNI, demoler dos edificios históricos no daría una buena imagen de la universidad.

“Estamos tratando de reducir los costes dondequiera que podamos, sin despedir personal ni hacernos más daño aun”, dijo Connors. “No es culpa de la administración, sino que es nuestra legislatura la que está a punto de lanzar una escalada de la guerra contra la educación –en particular, a nivel universitario—; así que entiendo que están haciéndolo lo mejor que pueden.” 

La Comisión de Preservación Histórica de Cedar Falls celebró una reunión en diciembre y discutió solicitar para la Casita de Honores su inclusión en la lista de “Propiedades en más peligro en 2022”, con el objetivo de salvar la casa. Estos planes fueron aplazados por el alcalde de Cedar Falls, Rob Greene, quien declaró: “He recabado la opinión de UNI con respecto a esta solicitud, y compartieron su importante preocupación sobre el costo y el valor de preservar la Casita de Honores. Sobre la base de esta perspectiva, he decidido que se deben buscar otros enfoques, en lugar de esta solicitud para la inclusión de esta propiedad en la Lista de propiedades en peligro de Preservation Iowa”. Además, se habla de posiblemente alquilar los edificios.

“Si quisiéramos salvarlos y si quisiéramos ser creativos, podríamos hacerlo”, dijo Connors. “Espero que haya suficiente reacción contraria por parte de la comunidad para que esto cambie”.

 

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El año pasado, UNI propuso la demolición de la Casita de Honores y la Casa de Antiguos Alumnos, buscando ahorrar 1,6 millones de dólares en costos aplazados de mantenimiento, lo que ha producido indignación en la comunidad del campus y también en la ciudadanía de Cedar Falls

 

El profesor de historia Tom Connors reconoció la bajada de financiación que está recibiendo actualmente UNI, pero señala que, con la llegada en cuatro años del 150 aniversario de UNI, demoler dos edificios históricos no daría una buena imagen de la universidad.