Devesh Desai, estudiante de tercer año de la licenciatura en Producción de Medios Digitales en la Universidad del Norte de Iowa (UNI), se encuentra actualmente produciendo un cortometraje titulado Una historia de amor sin título, como parte de su curso de investigación independiente. Lo que comenzó como un sueño ahora se materializa, con Devesh asumiendo los roles de director, guionista, cinematógrafo y encargado del casting.  

Inicialmente, Devesh no estaba seguro de poder coordinar un proyecto de tal magnitud. Sin embargo, tras meses de planificación y preparación, él y otros estudiantes de la UNI se comprometieron a hacerlo realidad. A pesar de los desafíos durante el rodaje, Devesh espera que el público disfrute de su obra y que esta inspire a más estudiantes a salir de su zona de confort, explorar nuevas experiencias y desafiarse a sí mismos.  

El interés de Devesh por el cine surgió en la preparatoria, cuando uno de sus profesores de oratoria lo animó a participar en categorías de cortometrajes en competencias. Tras destacarse en varios certámenes, descubrió una pasión que lo ha acompañado desde entonces. “Esas experiencias me ayudaron a definir mi camino”, afirmó Devesh. Ahora, en la UNI y con el apoyo de estudiantes de esta institución y del Colegio Comunitario Hawkeye, utiliza sus habilidades para crear contenido que, según él, “busca conectar con el público”.  

La película sigue a dos estudiantes universitarios envueltos en un “romance caótico que sale mal… pero no tanto”. Devesh explicó que el título, inicialmente un placeholder, se convirtió en el nombre oficial porque captura a la perfección el tono incierto y agridulce de la historia. La idea surgió la primavera pasada, mientras ayudaba a un amigo con su cortometraje. Desde entonces, Devesh ha dedicado meses a trabajar en su propia historia: modificando el guion repetidamente y creando numerosos storyboards para cada escena.  

Como cualquier proyecto, la producción no ha sido sencilla. Devesh admite que la falta de clases de dirección en la UNI dificultó inicialmente la comunicación con sus actores. “A veces me bloqueo y no sé cómo explicar lo que quiero”, confesó. Afortunadamente, su elenco incluye a Brady Okic y Megan Schwartz, estudiantes de teatro, quienes le han brindado consejos para perfeccionar actuaciones y escenas.  

La coordinación de horarios ha sido otro obstáculo. Con agendas dispersas entre el elenco y el equipo, encontrar momentos para grabar juntos ha requerido ajustes constantes. Estos imprevistos obligaron a Devesh a reprogramar rodajes en múltiples ocasiones. “Son cosas que pasan… Todos estamos ocupados, así que trato de mantener la calma y buscar soluciones”, comentó. Pese a todo, su determinación por culminar el proyecto sigue intacta.  

Las jornadas de rodaje replican la dinámica de una producción profesional. La convocatoria del equipo se realiza 15 minutos antes de comenzar, aunque Devesh siempre planifica tiempo extra ante posibles contratiempos. Él se encarga personalmente de la cinematografía, mientras su equipo lo auxilia con herramientas como el micrófono de pértiga y la iluminación. Las sesiones suelen durar entre una y dos horas, pero, dependiendo de la complejidad de la escena, a veces se extienden más.  

Este proyecto ha permitido pulir sus habilidades técnicas y creativas a Devesh, que planea incluir el cortometraje en su portafolio para destacar sus capacidades de dirección, edición y mercadotecnia. De hecho, ha invertido tanto esfuerzo que incluso diseñó una estrategia de promoción: lanzó un sitio web y una página en Instagram, tratando la producción como un proyecto profesional y no solo académico.  

Para Devesh, este filme simboliza una oportunidad para abrirse puertas en la industria y sentar las bases de su carrera. La finalización está prevista para mayo, con un estreno privado el 13 de mayo y un lanzamiento público el 16 de mayo. La película estará disponible en YouTube y a través del sitio web oficial.  

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